• miércoles, 22 de agosto de 2018

    Lesbianismo



    Lesbianismo ―más correctamente lesbianidad― es el término que se emplea en el idioma español para hacer referencia a la homosexualidad femenina, es decir, las mujeres que experimentan amor romántico o atracción sexual por otras mujeres. La palabra «lesbiana» procede de la isla de Lesbos, donde vivió la poetisa griega Safo. Se utiliza para hacer referencia a una mujer homosexual que siente atracción sexual, física, emocional y sentimental únicamente hacia las mujeres.

    La lesbianidad no es una enfermedad, así como tampoco lo es la homosexualidad masculina. Varias teorías de diverso origen tratan de explicar esta orientación sexual. 


    La lesbianidad tiene más componentes afectivos que genitales. Las estadísticas indican que las relaciones homosexuales femeninas tienen mayor duración ―o sea, son más estables en el tiempo― que las relaciones homosexuales masculinas.

    Sería justo aclarar una vez más que la homosexualidad femenina no es una enfermedad, así como tampoco lo es la homosexualidad masculina. En ambos casos se habla de un comportamiento, de un cambio de objeto sexual. El o la homosexual, en lugar de sentirse atraída por el sexo contrario, siente atracción por una persona del mismo género. Esto no está exento de problemas, sobre todo debido a la no aceptación social.





    Respecto al origen de la homosexualidad femenina existen, al menos, dos posturas que son las más aceptadas hoy en día.

    La primera se cree que se debe a un origen genético y aparece a muy corta edad, a nivel de los círculos o jardines infantiles, donde las niñas gustan de otras. La segunda es de origen freudiano, en la que la formación por grupos sociales, por la familia, crea a personas homosexuales. Según esta teoría se debe a la presencia de un padre fuerte (en cuanto a comportamiento, por supuesto) y a la poca valoración de la madre que comienza a ser considerada como alguien a quien no se debe imitar.

    Esto hace que durante su crecimiento la lesbiana se identifique e imite al padre. En un comienzo se enamora de él y conforme crece se va identificando con la madre. Entonces tendrá los mismos gustos que ella, pero cuando el complejo de Electra (niña que enamora al padre) no es superado y no se identifica fundamentalmente con la madre, sino con el padre, buscará el mismo objeto de amor o sexual que este: otra mujer.

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