¿En qué consiste? Es una persona a la que le gusta provocar dolor y humillación para aumentar su deseo sexual.

¿Por qué se hizo así? Los sádicos, aunque en apariencia son poderosos, en el fondo tienen una autoestima tan baja que necesitan dominar y humillar a los demás para sentir que valen. Cuando una persona es sádica sexual probablemente sea sádica también en el ámbito personal.

La solución. A algunas mujeres les gusta y excita el sexo con una persona sádica, que las domine, aunque en el fondo hay un miedo latente de que en realidad sea un psicópata que se olvide de ti para seguir gozando. Ése es el límite. De acuerdo con Anabel Ochoa, el sádico que te ama jugará contigo, el que no, es peligroso porque deja de ser cómplice del gozo compartido y te puede llegar a hacer daño porque en realidad no le importa nada más (ni tú) que seguir sintiendo placer.
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